La primera versión del Monitor Global de Educación – Edición Bolivia analiza las actitudes de las personas hacia la educación y la enseñanza, incluyendo el impacto de la IA y la tecnología.
Actitudes hacia la educación
En el promedio mundial de países, solo uno de cada tres entrevistados considera que la calidad del sistema educativo es buena.
En LATAM, la tendencia se inclina al lado negativo, en todos los países consultados la educación se evalúa mayormente de forma negativa.
Bolivia se posiciona como el país con menor evaluación positiva, pero con más calificaciones neutrales. En ese punto es necesario destacar que los habitantes de la ciudad de La Paz son los más críticos con el sistema educativo al igual que la generación Baby Boomer.
Tanto la mitad de los cruceños como la mitad de los Centennials cree que la educación no es buena ni mala en el país.
Por su parte, los entrevistados de hogares con menores son menos severos que los entrevistados de hogar sin menores al evaluar el sistema educativo.
Realizando una mirada comparativa de la calidad de la educación en épocas anteriores respecto a la actualidad, casi uno de cada dos considera que el sistema educativo está empeorando en comparación con cuando estaban en la escuela. Esto se eleva a más de dos de cada tres en Argentina.
En Bolivia, seis de cada diez creen que la educación está empeorando.
Pese a que la tendencia nacional en Bolivia, indicaría una desmejora en el sistema educativo, casi uno de cada cuatro habitantes de El Alto y Cochabamba creen que la educación hoy en día es mejor en comparación a cuando ellos asistían a la escuela.
En cuanto a la disponibilidad de recursos e instalaciones adecuados, por ejemplo, libros de texto, tecnología, laboratorios, etc.; en general, en todos los países de LATAM consideran que la mayor parte de las instituciones educativas no disponen de recursos e instalaciones adecuados. Dos de cada tres bolivianos comparten este punto de vista.
La Paz es la ciudad del Eje Troncal que expresa más carencias respecto a los recursos que disponen los centros educativos. Casi cuatro de cada diez Centennials creen que los recursos que disponen escuelas y colegios son adecuados.
Los desafíos que enfrentan las escuelas
En el promedio Global, los planes de estudios obsoleto se considera el desafío más grande y más común en general. Mientras que en Bolivia la infraestructura inadecuada y la influencia ideológica son los desafíos más importantes para el sistema educativo nacional.
Cada generación en el país identifica diferentes temáticas como desafío principal para la educación.
Los Centennials señalan la formación del profesorado, el segmento Millennial apunta a la influencia política sobre la educación, la Generación X observa los planes de estudios obsoletos y la generación Boomer a la infraestructura inadecuada.
Actitudes hacia los docentes
Dos de cada tres consideran que la mayoría de los profesores de su país trabajan duro. En nuestro caso, uno de cada dos coincide con esta opinión.
En lo que respecta a la remuneración, hay más bolivianos que creen que los profesores no reciben un salario adecuado. Asimismo, más de la mitad (55%) considera que los profesores no reciben el respeto debido.
Si hablamos de valores, a nivel global, poco más de la mitad indica que comparte valores con los profesores de su país. Este porcentaje es similar en la mayoría de los países, pero Bolivia registra el más bajo de la región.
Desigualdades sociales en la educación
Uno de cada dos entrevistados cree que la educación ayuda a reducir las desigualdades sociales.
En todos los países las personas son más propensas a decir que un título es muy importante para tener éxito en la vida. En Bolivia, siete de cada diez coinciden con esa idea.
El impacto de la IA y la tecnología
A nivel Global, se prevé que el avance de la tecnología tendrá un impacto mayormente positivo en la educación. En Bolivia poco más de un cuarto de la población cree que el progreso tecnológico impactará negativamente.
En cuanto a una percepción segmentada desde lo generacional y geográfico, los Centennials y la población paceña tienen expectativas más optimistas acerca del impacto de la tecnología sobre la educación.