En estos últimos tiempos los escenarios de violencia se han multiplicado, llegando a cubrir a actores que antes no eran víctimas potenciales de maltrato o si lo eran, sus casos no se visibilizaban. Nos vemos sacudidos con mayor frecuencia por hechos que deberían llevar a reflexionar a muchos miembros de la sociedad, en torno a si son capaces de cuidar de sus mascotas o en su defecto, de maltratarlas o abandonarlas.
Consultados a través del Monitor de Opinión de Ipsos CIESMORI, el 30% de los bolivianos que habita en las ciudades capitales del eje del país, manifestó que conoce algún caso de abandono o maltrato de mascotas por parte de un familiar, amigo o vecino en los últimos 30 días. Sobre el punto, La Paz y El Alto son las ciudades con mayor porcentaje de conocimiento de este tipo de situaciones, con 37% y 35%, respectivamente.
No basta con enterarse
Se debe estar consciente de que todos los seres vivos son importantes y son merecedores de una vida digna y tranquila, más si se trata de aquellos a los que llamamos mascotas y nos brindan lealtad y compañía; lo que nos lleva a afirmar que es importante actuar al ser conocedor de algún caso de abandono o maltrato animal.
En este caso, el estudio llevado adelante por Ipsos CIESMORI reveló que el 38% de los entrevistados actúo de cuenta propia para proteger a la mascota, tras enterarse de lo sucedido; mientras que el 37% realizó una recomendación al propietario de la mascota (perro o gato) y un 25% procedió a denunciar lo sucedido a las autoridades correspondientes.
Si bien existe un importante porcentaje de bolivianos que actuarían de alguna manera en pro de la protección de las mascotas; existe otra postura completamente opuesta que se ve reflejada en el 16% que no haría nada tras enterarse de que, alguien cercano maltrató a un perro o gato. Cabe destacar que el porcentaje de inacción es superior en la ciudad de El Alto (21%) en comparación con otras ciudades.
En el momento y lugar exacto
Gracias a los medios de comunicación y redes sociales, hemos sido testigos indirectos de varios casos de maltrato en contra de animales; lo que despierta una serie de sentimientos en nosotros y nos lleva a pensar cuál sería nuestra reacción en caso de ser testigos o enterarnos de ese acto de crueldad.
51% de los participantes del estudio declaró que realizaría la denuncia a las autoridades correspondientes de presenciar el abandono o maltrato de una mascota. Por su parte, el 34% daría una recomendación al propietario de la mascota (perro o gato); mientras que otros (30%) actuarían de cuenta propia para proteger a la mascota y finalmente, el 8% no haría nada; siendo esta última actitud una postura que minimiza las causas y efectos del ejercicio de violencia contra los animales de compañía.
Protección legal
La Ley 700 para la Defensa de los Animales contra Actos de Crueldad y Maltrato, tiene por finalidad “prevenir y penalizar los actos de violencia, maltrato, crueldad y biocidio cometidos por personas contra animales domésticos, en el marco del numeral 21 del Parágrafo I del Artículo 298 de la Constitución Política del Estado”; por tanto, sería la herramienta ideal para erradicar los comportamientos crueles hacia los animales, mas la realidad es otra y la violencia sigue. Y esto podría deberse a que el 72% de los encuestados por Ipsos CIESMORI considera que la actual normativa (Ley 700) no es suficiente para impedir el maltrato u abandono de animales en Bolivia, y los alteños (77%) son lo que más se identifican con esa postura.
Uno esperaría que, tras la promulgación de esta ley, las cosas cambiarían de forma positiva pero no fue así y ahora es por demás importante actuar ante cualquier acto de maltrato; pues la detección temprana de comportamientos crueles hacia los animales puede prevenir futuras actitudes violentas, dado que la crueldad hacia estas criaturas y la violencia humana tienen una relación directa.
Por tanto, es vital que la población en general y autoridades contribuyan de forma continua en el cuidado y protección de los animales, empezando por los que son de compañía, evitando tratarlos como objetos o mercancías.