Estamos en un momento en el que diariamente nos vemos rodeamos por datos e información en torno al medioambiente y su estado; lo que debería generar en nosotros cierto grado de reflexión, puesto que cada decisión que se toma en el marco de nuestro estilo de vida tiene cierto impacto en el planeta. Pero ¿Cuánto preocupa este tema a los bolivianos?
El 61% de los que participaron del Perfil del Millennial de Ipsos CIESMORI manifestaron sentirse muy preocupados por el medioambiente. Esta percepción que tienen los bolivianos, estaría por demás justificada si tomamos en cuenta las declaraciones del António Guterres, secretario general de la ONU en su mensaje por el Día Mundial del Medioambiente. “Cerca de la mitad de la humanidad ya vive en zonas de peligro climático, por lo que tiene 15 veces más probabilidades de morir a raíz de efectos del clima como el calor extremo, las inundaciones o la sequía”.
La preocupación también se vería fundamentada en una realidad cercana: la de la Amazonía, el bosque tropical más grande del mundo, que ha perdido en 20 años cerca de 21,79 millones de hectáreas en total, esto según una publicación de MapBiomas, en octubre del pasado año.
Entonces, no está demás que la población empiece a reflexionar y preocuparse en torno a su rol frente a la preservación del medioambiente y esta actitud nos lleva a una segunda pregunta ¿Quiénes se preocupan más?
Más a ellas que a ellos
El abordar cualquier percepción en torno al tema del medioambiente puede implicar cierto grado de complejidad por la diferencia de posturas. En este caso es necesario destacar que las mujeres (70%) en un mayor porcentaje que los varones (55%) se identifican con la premisa “Me preocupa mucho el medioambiente”.
¿A qué se debe esta posición? La respuesta la hallamos en el hecho de que ellas tienen un papel más activo en la protección de la naturaleza. Un claro ejemplo de ello es lo que sucede con las mujeres de la tribu Kayapó de Brasil, que están rompiendo barreras, hablando y uniéndose a la primera línea de batalla contra el desenfreno de la deforestación, las actividades extractivas y el empeoramiento de la catástrofe climática; según lo destaca el reportaje “Estas mujeres luchan por su tierra indígena y por la supervivencia del Amazonas”, publicado por CNN en diciembre de 2021.
Yendo más cerca, tenemos a las mujeres de la comunidad San José de Uchupiamonas de la provincia Abel Iturralde del departamento de La Paz, que están llevando adelante proyectos de gestión territorial y protección ambiental con el apoyo de la cooperación internacional.
Finalmente podríamos acotar también que el factor de maternidad influye, pues a ninguna madre le gustaría heredar a sus hijos un mundo inhabitable y al borde del colapso medio ambiental. Acá surge una tercer y quizás última pregunta ¿Qué hacemos para cuidar el medioambiente?
Hechos y no palabras
El 28 de julio de la pasada gestión, desde Naciones Unidas se declaró que todas las personas del mundo tienen derecho a un medio ambiente saludable, y se solicitó a los Estados Miembros que redoblen sus esfuerzos para garantizar que todas las personas del planeta cuenten con acceso a un “medio ambiente limpio, saludable y sostenible”. Por tanto, como ya lo habíamos mencionado, cualquier acción dentro de nuestra cotidianidad puede afectar el espacio en el que se desarrolla nuestra vida y la de otros seres; por tanto, cada acto positivo podría implicar salvar el planeta o al menos ayudar a no destruirlo. Ante esa situación, destacan tres principales acciones llevadas a cabo por los bolivianos que, a decir de ellos, repercuten de manera positiva en la protección del ecosistema.
76% de los consultados por Ipsos CIESMORI declaró que apaga las luces que no son necesarias como una forma de ayudar a la preservación del medioambiente. A diferencia de los varones (71%), las mujeres (86%) son las que más realizan esta acción, quizás no sólo por su elevado compromiso con la lucha por la naturaleza, sino porque en su mayoría, son las que administran los gastos del hogar y se encargan del pago de las facturas de los servicios básicos y resienten los incrementos en éstas.
Asimismo, es necesario mencionar que la contaminación lumínica es un gran problema para la naturaleza; pues además de que las luces brillantes de las ciudades desorientan a algunos animales como las aves (provocan colisiones mortales y posibles daños a su salud a largo plazo), está transformando la noche en día en el 80% del planeta, interrumpiendo así las señales luminosas naturales que indican a la fauna cuándo alimentarse, cazar o reproducirse.
El ahorro de agua cerrando el grifo mientras se lava los dientes (70%) es otra acción llevada a cabo por los bolivianos en apoyo al ecosistema; cabe resaltar que nuevamente las mujeres (78%) son las que en mayor grado actúa de esta forma (sólo el 65% de los hombres lleva a cabo esta acción); lo que nos viene bien, ahora que la demanda de agua ha crecido en más del doble desde 1960 y llevado a 25 países que albergan una cuarta parte de la población mundial a afrontar cada año un estrés hídrico realmente alto, por consumir más del 80 % de su suministro de agua, según datos del “Aqueduct Water Risk Atlas” publicados este agosto por la organización no gubernamental World Resources Institute (WRI).
Finalmente, tenemos la reutilización de bolsas de plástico (60%), una práctica llevada a cabo en mayor porcentaje por las mujeres (69%), quienes casi siempre aplican en casa un sistema de reutilización de desechos al encontrar un nuevo uso a las cosas, en este caso a ese tipo de bolsas, quizás por su practicidad o como una forma de ahorro.
Sobre el punto, Naciones Unidas indica que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando la vida marina. En virtud a todo esto, en algunos de los países de la región se están aplicando regulaciones que se centran en la prohibición del uso de bolsas de plástico y de bombillas, agitadores y palillos (Chile) o de cosméticos que contengan microesferas de plástico agregadas (Argentina). Otras medidas tienen como objetivo garantizar que el 100% de los plásticos de un solo uso sean reutilizables, reciclables o compostables (Colombia).
Estamos en un momento en el que el medioambiente debe ser una prioridad para todos, al grado que pasemos de la preocupación y reflexión, a la acción diaria responsable que incluya, no sólo el cerrar el grifo, apagar las luces o reutilizar algunos residuos; sino también un compromiso real que vaya más allá y se materialice en la no compra de productos de un solo uso, elección de productos elaborados por marcas responsables con el medioambiente y el impulso a la incorporación de normas relacionadas al tema.
Hoy en día la mayoría de mujeres no nos preocupamos por el medio ambiente ya que en la actualidad las mujeres son más superficiales incluso las amas de casa ya por comodidad cotidiana y por hacer más fácil la tarea Enel hogar ya no se recicla en los hogares no hay ese control de desechos adecuado y no hay esa educación asia los más pequeños sobre el medio ambiente