El estrés, la ansiedad, y las actitudes positivas o negativas conforman la realidad que muchas personas afrontan día a día. Por tanto, es importante hacer referencia a aquello que engloba todos estos temas y con ello nos referimos a la salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud – OMS, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a momentos de estrés de la vida, desarrollar sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente para contribuir a la mejora de su comunidad.
Asimismo, es importante entender que la salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales y se da a través de un proceso complejo que experimenta cada persona de forma diferente, con diversos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes. Por tanto, el mencionado organismo internacional afirma que la salud mental es, además, un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal comunitario y socio económico; y por consiguiente debe ser considerada como una prioridad.
De depresión y algo más
Datos de la misma OMS revelan que la depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales y es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres.
En este caso, el Monitor de Ipsos CIESMORI consultó a las personas que viven en las ciudades capitales del eje del país si tuvieron algún problema en su trabajo o en su vida diaria a raíz de un problema emocional, como ser: depresión, tristeza y ansiedad; y casi seis de diez mujeres dijeron que sí, mientras que sólo casi cuatro de cada diez varones dieron la misma respuesta, lo cual refuerza la premisa que tiene la OMS en cuanto a un mayor grado de afectación de la depresión en mujeres.
La situación de los jóvenes (18 a 25 años) es similar a la que viven las mujeres, pues casi seis de cada diez de ellos presentaron algunos problemas en sus fuentes laborales o en su vida diaria, a raíz de la depresión, ansiedad o tristeza.
Una cosa es ser víctima de estos problemas y otra ser testigo cercano de ellos. En este caso, tanto las mujeres (46%) como los jóvenes entre los 18 y 25 años (43%) afirman tener un familiar que padece de depresión, tristeza o ansiedad a un grado que afecta su desempeño diario, ya sea a nivel familiar, laboral o de estudios.
Cabe mencionar que el estudio Global Burden of Disease, llevado a cabo por la OMS, destaca que la pandemia afectó la salud mental de los jóvenes y esto deriva en un riesgo desproporcionado de comportamientos suicidas y autolesivos.
Apareció el stress
La OMS define el estrés como “el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción”. En sí, vendría a ser un estado de alerta biológico que es preciso para la supervivencia, pero que llevado a un extremo puede ser perjudicial. En este punto, es importante mencionar que el estrés, ese estado de preocupación constante, tiene muchas causas de origen, como ser: problemas personales, laborales, económicos, sociales, etc. y por ello muchos caen en sus redes.
El estudio llevado a cabo por Ipsos, también nos revela que el estrés (26%) ocupa la cuarta posición dentro las preocupaciones de salud a nivel global. Y en el caso de Bolivia, casi la mitad de las mujeres (49%) consultadas por Ipsos CIESMORI, revelaron que siempre o casi siempre se sienten estresadas.
Por su parte, un poco más de la mitad (52%) de los jóvenes entre los 18 y 25 años también manifestaron que afrontan una situación parecida a la de ellas ante el estrés.
Estas cifras ponen en evidencia que estamos en un punto en el que, además de tomar medidas de afrontamiento, tales como hacer ejercicio, mejorar la dieta y dormir la cantidad de horas adecuadas, será necesaria la intervención de la familia o un profesional para ayudar a hacer frente a ese sentimiento de preocupación que, al parecer, no abandona a buena parte de las personas.
Cuestión de actitud
Cuidar de la salud conlleva también tener una mente en buena forma para afrontar el día a día y para lograr esto, el tener una actitud positiva podría ser importante, puesto que el pensamiento positivo trata de lograr los mejores resultados ante las peores situaciones.
Al respecto, se debe destacar la postura de los varones que participaron en el estudio; casi cuatro de cada diez de ellos, afirma que siempre se siente con una actitud positiva frente a la vida, algo opuesto a lo que sucede con las mujeres encuestadas (sólo dos de cada diez manifiestan tener ese tipo de actitud). Este dato refuerza nuevamente lo planteado por la OMS y lleva a pensar que se debe prestar más atención a ellas.
Muy parecida a la realidad de los hombres, es la de los adultos que tienen una edad que supera los 55 años; dado que cuatro de cada diez de ellos se muestran con una actitud positiva ante la vida; una cifra que permite creer que se está haciendo frente de forma correcta a los cambios vitales que conlleva el envejecimiento y que pueden provocar depresión.
Dentro de este acápite, vale la pena mencionar que los países con la mayor proporción de adultos que se consideran muy felices son India (39%), Australia (30%) y Arabia Saudita (29%); esto según el estudio de Felicidad Global desarrollado esta gestión por Ipsos a nivel global.
A manera de cierre, es vital recordar el valor de la salud mental dentro del espectro general de lo que entendemos como salud. Se debe propiciar un mayor y mejor accionar, no sólo de la población, sino de las autoridades, tal cual lo plantea el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013 – 2030, que fue presentado por la OMS y refrendado por la 74.ª Asamblea Mundial de la Salud; y que insiste en la necesidad de adoptar un enfoque que abarque todas las esferas de la vida y que aplique medidas para promover la salud mental y el bienestar de todos, prevenir los problemas de este tipo entre las personas de riesgo y garantizar la cobertura universal de la atención en salud mental.